Metales base – como el mineral de hierro, el cobre, el aluminio y el níquel – cotizan en el mercado de valores. Más allá de la oferta y la demanda, su cotización en dicho mercado de valores es el tercer factor que más influye en las fluctuaciones de los precios de estas materias primas a corto plazo.
Spoiler, lo son! A pesar de las circunstancias actuales, el aumento en el volumen de producción de Bi metálico ha dividido su precio base por 3 y se ha estabilizado en ese nivel, haciendo su uso viable para la industria de la fricción.
Después de una fuerte caída en el consumo de metales «commodities» (como cobre, estaño, aluminio, entre otros), como consecuencia de una pandemia global, se espera que las ratios en el mercado de metales base vuelvan a la normalidad en 2021. Esto irá acompañado de un incremento en los precios a medida que las economías mundiales comienzan a recuperarse.
Esta situación ha conllevado un desequilibrio importante entre la demanda y la capacidad de producción. En 2021, la demanda se verá respaldada por un aumento en gastos e inversiones de gobiernos de todo el mundo, principalmente a través de inversiones en proyectos de infraestructura, lo que impulsará aumentos en los precios de dichos metales base. Esta es una de las principales causas del aumento de precios en muchas materias primas, pero también ha generado dificultades inesperadas para abastecerse de varios productos.
Los precios de metales estratégicos para la industria de la fricción, como el estaño y el antimonio, presentan una pronunciada variabilidad tanto a corto como a largo plazo, a pesar de que su demanda haya ido aumentando sostenidamente a lo largo del siglo XXI. Mientras tanto, a diferencia de otros metales, el precio base del bismuto se ha visto reducido en gran medida durante la última década y es bastante estable. El bismuto no cotiza en bolsa.
La literatura científica coincide en que el bismuto y la mayoría de sus compuestos son menos tóxicos en comparación con otros metales pesados (plomo, antimonio, etc.). Por tanto, se produjo un punto de inflexión cuando varias industrias se dieron cuenta de ello y decidieron comenzar reemplazar masivamente el plomo en una amplia gama de sectores y productos.
A partir de entonces, muchas otras aplicaciones le siguieron. Y ahora, si estrechamos un poco más el foco en la industria de la fricción, nos damos cuenta de que algunos productos de uso extendido, ahora tienen un serio competidor , que no solo es capaz de proporcionar un efecto similar, o incluso una mejora, sino que también está alcanzando su nivel de precio, si no lo ha hecho ya.
Si apuntamos a alguno de los principales retos medioambientales actuales, como son la sustitución del antimonio (Sb2S3) o la reducción de la dependencia del estaño, podemos analizar si su análogo en bismuto (Bi2S3) tiene potencial para sustituirlos. Los resultados fueron positivos en este sentido y es por eso que este producto ya está siendo utilizado por los fabricantes de materiales de fricción más avanzados desde el punto de vista técnico y, por supuesto, ¡en rimsa estamos preparados para ello!




En rimsa, disponemos de la composición pura (BI81) y en composite (BI65) a fin de satisfacer los requisitos de su aplicación. BI65 está diseñado para reducir la densidad del producto y, por tanto, su precio. Su composición exclusiva proporciona el mismo comportamiento con una contribución adicional de conductividad térmica.
Gracias a nuestra tecnología de producción, aseguramos una calidad constante y una composición química muy estable, sin impurezas y libre de metales pesados.
No dudes en contactarnos para cualquier pregunta o requerimiento que puedas tener. Estaremos encantados de colaborar contigo
Visítanos
Armenteres s/n – Pol.Ind. MATACÀS- Nave 21
08980 Sant Feliu de Llobregat Barcelona, Spain
Llámanos
+34 93 666 46 11 / +34 635 519 002
Escríbenos
friction@rimsa.com