Las fibras modifican sensiblemente la respuesta en fase de pre-fisuración respecto de la de un hormigón tradicional y, de forma destacada, aportan una capacidad de resistencia residual post-fisuración debida el efecto de cosido entre los dos labios de la fisura.
El efecto más importante en el comportamiento mecánico del hormigón, debido a la presencia de las fibras, se manifiesta en las resistencias post-fisuración.
Las fibras de acero se utilizan en capas de compresión y recrecidos sobre forjados de losa alveolar prefabricada mediante una aplicación sencilla, evitando de esta forma las complicaciones que requiere la aplicación de la malla tradicional. Proporcionan un excelente control de la fisuración.
Se adicionan fibras de acero para conseguir un material resistente. La función del hormigón de limpieza es evitar la desecación del hormigón estructural durante su vertido y regularizar la superficie del terreno logrando una correcta nivelación para la colocación de la armadura.
Las fibras de acero y poliméricas estructurales proporcionan el refuerzo necesario para que la losa pueda soportar las cargas que se situarán sobre ella.
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